La Tercera Oportunidad

Planteamiento y reto para tomar el control de nuestras vidas a partir de la experiencia vivida

Nuestra primera oportunidad en este mundo fue el regalo de la vida a través de nuestros padres, la segunda la tuvimos en el día a día y las diferentes formas de sobrevivencia que tuvimos que pasar a lo largo de lo que nos tocó vivir.

La tercera oportunidad es una etapa que nosotros debemos tomarla a partir de la experiencia acumulada.

Como se relaciona tiempo con experiencia, se pensará que esto sólo les corresponderia a los mayores de 40, si bien a primera vista esto parecería ser así, no debe excluirse al resto de personas ya que experiencia como tal significa tambien intensidad de vivencias y sensibilidad para su interpretación, desde esta perspectiva el derecho a una tercera oportunidad esta abierto aún para lo “menores” de 40.

Los comentarios que voy a compartir con Uds. son consecuencia de la lectura y aplicación de algunas recomendaciones de uno de los libros que llegó a mi mano, los que confrontados con mis propias vivencias me lleva a algunos comentarios que creo son válidos y merecen ser compartidos con Uds.

Hace unos meses llegó a mis mano el libro El Cancer No Es Una Enfermedad (Andreas Moritz, Ed. Obelisco 2007), el tema y el planteamiento del autor es que lo que hasta la fecha se ataca con el sistema tradicional de combate al cancer, es a los sintomas y no a la causa de la enfermedad, y al así hacerlo se esta restando defensas al organismo apoyando por lo tanto al mayor crecimiento y desarrollo de la enfermedad, este tema por lo demas está muy bien sustentado y analizado por el autor; éste plantea como medicina alternativa un tratamiento natural a partir de un reordenamiento en nuestro forma de vida, partiendo por una limpieza del motor de nuestro organismo: el higado.

Por supuesto que en casa “La Jefa” se lanzó a la piscina y cual conejillo de indias se hizo la Limpieza Hepática, tal cual se señala en el libro, los resultados fueron sorprendentes, Ella botó muchas piedras, por lo tanto recien el resto de la familia se animó. Yo primero me tomé una ecografía y me encontraron tres piedras, luego me hice el tratamiento, boté mas de lo que pensé.

Por ese entonces tambien estaba leyendo un librito muy interesante, cuyo título es Aqui Mando YO del Sacerdote Jesuita Alberto Garcia (Ed. Mensajero 1996), el título es muy sugestivo pero no se trata de un manual para machistas, sino de sugerencias para tomar el control sobre nuestra vida. El autor en uno de los capítulos grafica nuestra existencia, señalando que somos dueños de una sala de grabación en la que nosotros mismos grabamos nuestros cassets, los programamos para su reproducción, los prendemos para oir su musica, pero como es tanto, tan variada y rapida nuestra producción, perdemos el control de la misma de tal forma que la fábrica actúa por si misma produciendo y ejecutando la música que le dá la gana; es entonces donde interviene y se ubica mejor el título, pues YO debo retomar el control sobre este aparato (mi vida) porque Aquí Mando YO.

En este punto se me ocurrió plantear un negocio para efectuar una reingenieria completa entre las personas que esten interesadas en replantear su vida y luego de encontrar el equilibrio que se debe tener, ayudarles en un nuevo diseño (su tercera oportunidad) que implique actitudes y comportamientos frente a lo que la vida nos ofrece, puesto que ella es inexorable y no se detiene, pense en algún lugar cercano a Lima, con participación de profesionales de la salud (Medicos, Psicologos?) y por supuesto el Aikido como Arte Marcial que equilibre todo; con esto se estaría entrando en el tema de Medicina Alternativa complementada con el manejo y control del equilibrio emocional.

Mientras le daba forma a mi proyecto (en mi mente), y como hace un buen tiempo estoy de “vacaciones” otorgado por el Jefe de turno, me dedique a buscar libros “antiguos” y encontré uno que lo estoy leyendo: HARA Centro Vital del Hombre cuyo autor es Karlfried Graf Dürckheim (Ed. Mensajero 1995). Lo que encontré fue realmente curioso, por decir lo menos, estaba leyendo una interpretación de lo que en las prácticas de Aikido nos enseñaron como “el punto uno” que debemos usar normalmente para dirigir la respiración durante las prácticas y en la vida cotidiana, este punto se encuentra ubicado en mas o menos dos dedos debajo del ombligo en la zona basal de nuestro organismo (el vientre), en una posición mas cercana a la tierra, plantada a ella para tener mas equilibrio.

Esta interpretación tan simple es desarrollada por el autor describiendo los tipos de respiración y clasificándolos, como por ejemplo la respiración hacia arriba (pulmones) es un desplazamiento del centro de gravedad hacia la periferie, controlada por el Yo y que como consecuencia el Centro Vital se traslada hacia el “centro existencial” donde siempre que este predomina se genera una “tension que bloquea el movimiento de transformación, poniendo por lo tanto en peligro la totalidad viviente del hombre”. En el libro se continúa describiendo las formas defectuosas y escleróticas del Yo, y se nos describe las prácticas de respiración para reencontrar El Camino o la Via pues una persona con confianza en su Yo se pone al servicio de sus semejantes y del mundo y “el que se ejercita en la respiración, aprende a reconocer lo dificil que es conseguirlo”, porque “al estar siempre preocupado de su suerte siempre está a la defensiva con respecto al mundo”.

Bueno, todo este tema esta relacionado con mis experiencias que comento en el blog de Aikido y lo curioso es que después de tantos años de práctica todavia sigo buscando esa Via, parecería que mi formación profesional para intentar ser siempre estrella (Yo) y no preparado para trabajar en equipo, me ha hecho consumir bastante energía, espero estar a tiempo de corregirlo y si logro, con la participación de mis amigos y compañeros de estudio, encontrar algo como una reingenieria grupal que nos beneficie (egoistamente hablando), habremos conseguido el equilibrio deseado y como consecuencia la Sociedad en su conjunto se verá beneficiada.

Creo, que el círculo debe cerrarse y la Primera Oportunidad que se nos dió, debe convertirse en el final del principio, a través del agradecimiento al SER que nos permitió la Vida a través de nuestros padres, pues a pesar de nuestros errores tenemos el derecho y la gran posibilidad de aspirar a una tercera oportunidad controlada por nosotros (es un decir, pero intentémoslo).